Película Todos somos extraños, protagonizada por Andrew Scott y Paul Mescal
Searchlight Pictures presenta, en asociación con Film4 y TSG Entertainment, una producción de Blueprint Pictures, ALL OF US STRANGERS (Todos somos extraños), producida por Graham Broadbent, Pete Czernin, Sarah Harvey.
Más: ESTRENO BLACKBERRY: EL INICIO DE LA HISTORIA
Escrita y dirigida por Andrew Haigh, basada en la novela Strangers de Taichi Yamada, la película está protagonizada por Andrew Scott, Paul Mescal, con Jamie Bell y Claire Foy. La fotografía es de Jamie D. Ramsay, SASC, con diseño de producción de Sarah Finlay, diseño de vestuario de Sarah Blenkinsop, peluquería y maquillaje de Zoe Clare Brown. El montador es Jonathan Alberts, ACE, con la música de Emilie Levienaise-Farrouch.
Una noche, en su bloque de pisos casi vacío del Londres contemporáneo, Adam (Andrew Scott) tiene un encuentro fortuito con un misterioso vecino, Harry (Paul Mescal), que altera el ritmo de su vida cotidiana. A medida que surge una relación entre ellos, Adam se preocupa por los recuerdos del pasado y se ve arrastrado de vuelta a la ciudad suburbana donde creció, y a la casa de su infancia donde sus padres (Claire Foy y Jamie Bell), parecen estar viviendo, tal y como estaban el día que murieron, 30 años antes.
Todos somos extraños es la última película del prestigioso cineasta británico Andrew Haigh (Lean on Pete, 45 Years, Weekend). Esta conmovedora e hipnótica historia de pérdida y amor (y todo lo que hay en medio) se inspira en la novela Strangers, del venerable autor japonés Taichi Yamada. Escrita por primera vez en 1987 y traducida al inglés en 2003, el guion adaptado de Haigh le da un toque contemporáneo y personal.
En junio de 2017, Graham Broadbent y Sarah Harvey, de Blueprint, expusieron por primera vez su visión creativa de la película a Yamada y su familia. Dice Harvey: “Para todos nosotros era importante invertir en el núcleo emocional de la historia, quizás más que en los elementos fantasmales tradicionales de la historia”.
Tras esto, Blueprint procedió a buscar al escritor/director perfecto para adaptar el material. Inmediatamente enviaron el libro a Haigh, con quien querían trabajar desde hacía tiempo. Sentían que tenía la sensibilidad adecuada: había demostrado una gran aptitud para el trabajo de matización de personajes en sus películas Weekend y 45 Years, así como en la serie de televisión The North Water.
“Sarah y yo intentamos adaptar el talento al material para ver si encontrábamos algún hilo conductor”, dice Broadbent. “Andrew nunca había hecho nada en este campo, pero respondió al libro y me sorprendió maravillosamente, porque hacía años que quería hacer una película con él”.
Recuerda Haigh: “Lo que me encantó de la novela fue su idea central: ¿qué pasaría si volvieras a encontrarte con tus padres mucho tiempo después de que se hubieran ido, sólo que ahora tienen la misma edad que tú? Me pareció una forma muy emotiva de explorar la naturaleza de la familia. Ese se convirtió en mi punto de partida”.
A finales de 2017 -y con la bendición de Yamada-, junto con Blueprint, presentó el proyecto a Daniel Battsek y Ollie Madden de Film4, que se subieron al carro y financiaron el desarrollo.
Haigh situó la historia en un mundo más reconocible para él.
“Adaptar el libro fue un proceso largo y a veces doloroso”, admite Haigh. “Quería hurgar en mi propio pasado, como hace Adam en la película. Me interesaba explorar las complejidades del amor familiar y romántico, pero también la experiencia concreta de una generación específica de gays que crecieron en los años 80. Quería alejarme de la historia tradicional de los gays. Quería alejarme de la tradicional historia de fantasmas de la novela y encontrar algo más psicológico, casi metafísico”.
Haigh se ha ceñido magistralmente a su palabra, trascendiendo los tópicos una “historia de fantasmas”.
“Realmente necesitábamos un autor que tuviera una claridad de visión para adaptar la historia”, dice Broadbent. “Él tenía una visión muy clara de lo que intentaba decir, de los temas que exploraba, y eso no siempre ocurre”.
Yamada y su familia fueron increíblemente respetuosos con la visión de Haigh, que cambió el personaje central de la historia por un hombre gay, y cuando finalmente leyeron el guión, dieron su bendición para hacer la película.
El proyecto atrajo entonces al notable cuarteto actoral que forman Andrew Scott (Spectre, Fleabag), Paul Mescal (Aftersun, Normal People), Jamie Bell (Billy Elliot, Film Stars Don’t Die in Liverpool), Claire Foy (Women Talking, The Crown). “El guion me impresionó de inmediato”, dice Scott, que interpreta el papel protagonista de Adam. “Es increíblemente personal para él [Haigh], pero como los grandes guionistas, te hace sentir que es personal para todos, y me sentí muy unido a él”.
“Es un concepto tan encantador”, continúa Bell, que interpreta a ‘Papá’. “Ha habido otras películas que han tratado el tema de la vida después de la muerte, o de engañar al público haciéndole creer que la gente está viva cuando en realidad no lo está. Las versiones de mayor éxito se han desarrollado en un espacio de género intenso. Realmente no vemos estas películas en un espacio dramático”.
Scott añade: “Andrew es una de esas personas poco comunes: es muy simpático y una persona maravillosa, pero también increíblemente dotado para su trabajo. Todos le encontramos muy abierto y simpático. Tiene mucha confianza en sí mismo y sabe lo que quiere, pero lo hace sin ego. Y es muy divertido”.
El coprotagonista de Scott, Paul Mescal, que interpreta a Harry, admira a Haigh desde hace tiempo. “Lo sabe todo sobre los personajes que ha escrito. Si acudimos a él con ideas, las tiene en cuenta porque sabe que lo que hacemos como actores es importante, y eso me encanta”, explica. “Me encanta lo poco sentimental que es con su estilo de dirección, pero consigue aferrarse a la verdad, lo que permite que se sienta honesta y conmovedora”.
Como dice Foy, que interpreta a ‘Mamá’, “es tan sencillo. El director menos agresivo que puedas encontrar”. Broadbent concluye: “Hemos tenido la ventaja de aportar la extraordinaria y bella cinematografía de Haigh a una historia que tiene huesos dramáticos, románticos y metafísicos, ¿y quién tiene mejor punto de vista sobre eso que él?”
Más: ESTRENO BLACKBERRY: EL INICIO DE LA HISTORIA
Escrita y dirigida por Andrew Haigh, basada en la novela Strangers de Taichi Yamada, la película está protagonizada por Andrew Scott, Paul Mescal, con Jamie Bell y Claire Foy. La fotografía es de Jamie D. Ramsay, SASC, con diseño de producción de Sarah Finlay, diseño de vestuario de Sarah Blenkinsop, peluquería y maquillaje de Zoe Clare Brown. El montador es Jonathan Alberts, ACE, con la música de Emilie Levienaise-Farrouch.
Una noche, en su bloque de pisos casi vacío del Londres contemporáneo, Adam (Andrew Scott) tiene un encuentro fortuito con un misterioso vecino, Harry (Paul Mescal), que altera el ritmo de su vida cotidiana. A medida que surge una relación entre ellos, Adam se preocupa por los recuerdos del pasado y se ve arrastrado de vuelta a la ciudad suburbana donde creció, y a la casa de su infancia donde sus padres (Claire Foy y Jamie Bell), parecen estar viviendo, tal y como estaban el día que murieron, 30 años antes.
Todos somos extraños es la última película del prestigioso cineasta británico Andrew Haigh (Lean on Pete, 45 Years, Weekend). Esta conmovedora e hipnótica historia de pérdida y amor (y todo lo que hay en medio) se inspira en la novela Strangers, del venerable autor japonés Taichi Yamada. Escrita por primera vez en 1987 y traducida al inglés en 2003, el guion adaptado de Haigh le da un toque contemporáneo y personal.
En junio de 2017, Graham Broadbent y Sarah Harvey, de Blueprint, expusieron por primera vez su visión creativa de la película a Yamada y su familia. Dice Harvey: “Para todos nosotros era importante invertir en el núcleo emocional de la historia, quizás más que en los elementos fantasmales tradicionales de la historia”.
Tras esto, Blueprint procedió a buscar al escritor/director perfecto para adaptar el material. Inmediatamente enviaron el libro a Haigh, con quien querían trabajar desde hacía tiempo. Sentían que tenía la sensibilidad adecuada: había demostrado una gran aptitud para el trabajo de matización de personajes en sus películas Weekend y 45 Years, así como en la serie de televisión The North Water.
“Sarah y yo intentamos adaptar el talento al material para ver si encontrábamos algún hilo conductor”, dice Broadbent. “Andrew nunca había hecho nada en este campo, pero respondió al libro y me sorprendió maravillosamente, porque hacía años que quería hacer una película con él”.
Recuerda Haigh: “Lo que me encantó de la novela fue su idea central: ¿qué pasaría si volvieras a encontrarte con tus padres mucho tiempo después de que se hubieran ido, sólo que ahora tienen la misma edad que tú? Me pareció una forma muy emotiva de explorar la naturaleza de la familia. Ese se convirtió en mi punto de partida”.
A finales de 2017 -y con la bendición de Yamada-, junto con Blueprint, presentó el proyecto a Daniel Battsek y Ollie Madden de Film4, que se subieron al carro y financiaron el desarrollo.
Haigh situó la historia en un mundo más reconocible para él.
“Adaptar el libro fue un proceso largo y a veces doloroso”, admite Haigh. “Quería hurgar en mi propio pasado, como hace Adam en la película. Me interesaba explorar las complejidades del amor familiar y romántico, pero también la experiencia concreta de una generación específica de gays que crecieron en los años 80. Quería alejarme de la historia tradicional de los gays. Quería alejarme de la tradicional historia de fantasmas de la novela y encontrar algo más psicológico, casi metafísico”.
Haigh se ha ceñido magistralmente a su palabra, trascendiendo los tópicos una “historia de fantasmas”.
“Realmente necesitábamos un autor que tuviera una claridad de visión para adaptar la historia”, dice Broadbent. “Él tenía una visión muy clara de lo que intentaba decir, de los temas que exploraba, y eso no siempre ocurre”.
Yamada y su familia fueron increíblemente respetuosos con la visión de Haigh, que cambió el personaje central de la historia por un hombre gay, y cuando finalmente leyeron el guión, dieron su bendición para hacer la película.
El proyecto atrajo entonces al notable cuarteto actoral que forman Andrew Scott (Spectre, Fleabag), Paul Mescal (Aftersun, Normal People), Jamie Bell (Billy Elliot, Film Stars Don’t Die in Liverpool), Claire Foy (Women Talking, The Crown). “El guion me impresionó de inmediato”, dice Scott, que interpreta el papel protagonista de Adam. “Es increíblemente personal para él [Haigh], pero como los grandes guionistas, te hace sentir que es personal para todos, y me sentí muy unido a él”.
“Es un concepto tan encantador”, continúa Bell, que interpreta a ‘Papá’. “Ha habido otras películas que han tratado el tema de la vida después de la muerte, o de engañar al público haciéndole creer que la gente está viva cuando en realidad no lo está. Las versiones de mayor éxito se han desarrollado en un espacio de género intenso. Realmente no vemos estas películas en un espacio dramático”.
Scott añade: “Andrew es una de esas personas poco comunes: es muy simpático y una persona maravillosa, pero también increíblemente dotado para su trabajo. Todos le encontramos muy abierto y simpático. Tiene mucha confianza en sí mismo y sabe lo que quiere, pero lo hace sin ego. Y es muy divertido”.
El coprotagonista de Scott, Paul Mescal, que interpreta a Harry, admira a Haigh desde hace tiempo. “Lo sabe todo sobre los personajes que ha escrito. Si acudimos a él con ideas, las tiene en cuenta porque sabe que lo que hacemos como actores es importante, y eso me encanta”, explica. “Me encanta lo poco sentimental que es con su estilo de dirección, pero consigue aferrarse a la verdad, lo que permite que se sienta honesta y conmovedora”.
Como dice Foy, que interpreta a ‘Mamá’, “es tan sencillo. El director menos agresivo que puedas encontrar”. Broadbent concluye: “Hemos tenido la ventaja de aportar la extraordinaria y bella cinematografía de Haigh a una historia que tiene huesos dramáticos, románticos y metafísicos, ¿y quién tiene mejor punto de vista sobre eso que él?”
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