Documental Riotsville, U.S.A.
Bienvenidos a Riotsville, EE.UU., un momento de la historia de Estados Unidos en el que los gobernantes de la nación -políticos, burócratas, policías- se enfrentaron a la creciente militancia de finales de los años 60, e hicieron todo lo posible para ganar la guerra en las calles.
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Utilizando imágenes de entrenamiento de las ciudades modelo construidas por el ejército, llamadas "Riotsvilles", en las que se entrenaba a los militares y a la policía para responder a los desórdenes civiles, además de los medios de comunicación transmitidos a nivel nacional, la directora Sierra Pettengill conecta la escenificación de la "ley y el orden" con la violencia real de la práctica estatal.
Recuperando una historia oscura cuyos efectos han moldeado el presente de forma insidiosa y explosiva, RIOTSVILLE, USA es una reflexión poética y furiosa sobre las rebeliones de los años sesenta, y la maquinaria que trabajó para destruirlas.
“¿Qué estamos viendo?” Nuestra narradora hace esta pregunta a nuestro público y, tal vez, a los fantasmas que aparecen en el metraje en el centro de RIOTSVILLE, USA. Durante estos últimos años, difíciles, perturbadores, oscuros y a menudo reveladores en Estados Unidos, esa pregunta ha persistido en mi mente.
He trabajado mucho como investigadora de archivos para cineastas y artistas durante los últimos quince años. Y como directora de archivos fílmicos, mi trabajo se ha centrado en la lucha contra las formas en que podemos localizar y rastrear el poder estructural y el supremacismo blanco dentro de los archivos. En The Rifleman, relaciono la NRA y el control fronterizo de Estados Unidos; en Graven Image, la construcción, la financiación y el telón de fondo político de la construcción de Stone Mountain, el mayor monumento confederado del país; y en The Reagan Show, la maquinaria de relaciones públicas manipuladora y la autodocumentación de la administración Reagan. Mi objetivo como cineasta es volver a presentar material histórico que nos obligue a enfrentarnos a nuestro pasado y a reflexionar sobre nuestro presente, e interrogar las formas únicas en que las imágenes en movimiento pueden transmitir la historia en este país.
Hacer esta película era algo más que detallar las maquinaciones gubernamentales y políticas precisas que condujeron a este programa de formación específico. Se trataba de dar sentido a las imágenes de Riotsville; para mí eso es lo que siempre es el proceso cinematográfico. ¿Cómo situar Riotsville dentro del legado de 1968, conciliando la memoria viva y la mitología? ¿Cómo situarlo en la vida de las comunidades más afectadas por la violencia estatal que las actuaciones de Riotsville ilustran, y en el activismo que se organiza para oponerse a ella? Y, sobre todo, ¿cómo situarlo en una nación fundada en el supremacismo blanco, decidida a lanzar una guerra contra sus ciudadanos negros, en un bucle de cientos de años?
Estas preguntas ilustraron la forma y el formato de la película; una cartografía de las fuerzas estructurales que no podría parecer más urgente en 2022, con toda la violencia y la posibilidad que contiene.
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Utilizando imágenes de entrenamiento de las ciudades modelo construidas por el ejército, llamadas "Riotsvilles", en las que se entrenaba a los militares y a la policía para responder a los desórdenes civiles, además de los medios de comunicación transmitidos a nivel nacional, la directora Sierra Pettengill conecta la escenificación de la "ley y el orden" con la violencia real de la práctica estatal.
Recuperando una historia oscura cuyos efectos han moldeado el presente de forma insidiosa y explosiva, RIOTSVILLE, USA es una reflexión poética y furiosa sobre las rebeliones de los años sesenta, y la maquinaria que trabajó para destruirlas.
POSTER DOCUMENTAL RIOTSVILLE, U.S.A.
TRAILER
DECLARACIÓN DE LA DIRECTORA SIERRA PETTENGILL
“¿Qué estamos viendo?” Nuestra narradora hace esta pregunta a nuestro público y, tal vez, a los fantasmas que aparecen en el metraje en el centro de RIOTSVILLE, USA. Durante estos últimos años, difíciles, perturbadores, oscuros y a menudo reveladores en Estados Unidos, esa pregunta ha persistido en mi mente.
He trabajado mucho como investigadora de archivos para cineastas y artistas durante los últimos quince años. Y como directora de archivos fílmicos, mi trabajo se ha centrado en la lucha contra las formas en que podemos localizar y rastrear el poder estructural y el supremacismo blanco dentro de los archivos. En The Rifleman, relaciono la NRA y el control fronterizo de Estados Unidos; en Graven Image, la construcción, la financiación y el telón de fondo político de la construcción de Stone Mountain, el mayor monumento confederado del país; y en The Reagan Show, la maquinaria de relaciones públicas manipuladora y la autodocumentación de la administración Reagan. Mi objetivo como cineasta es volver a presentar material histórico que nos obligue a enfrentarnos a nuestro pasado y a reflexionar sobre nuestro presente, e interrogar las formas únicas en que las imágenes en movimiento pueden transmitir la historia en este país.
Hacer esta película era algo más que detallar las maquinaciones gubernamentales y políticas precisas que condujeron a este programa de formación específico. Se trataba de dar sentido a las imágenes de Riotsville; para mí eso es lo que siempre es el proceso cinematográfico. ¿Cómo situar Riotsville dentro del legado de 1968, conciliando la memoria viva y la mitología? ¿Cómo situarlo en la vida de las comunidades más afectadas por la violencia estatal que las actuaciones de Riotsville ilustran, y en el activismo que se organiza para oponerse a ella? Y, sobre todo, ¿cómo situarlo en una nación fundada en el supremacismo blanco, decidida a lanzar una guerra contra sus ciudadanos negros, en un bucle de cientos de años?
Estas preguntas ilustraron la forma y el formato de la película; una cartografía de las fuerzas estructurales que no podría parecer más urgente en 2022, con toda la violencia y la posibilidad que contiene.
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