Música de la película El misterio de Soho
El 22 de octubre sale a la venta el soundtrack de la película El misterio de Soho, mientras que el 29 sale a la venta el score, adicional ya fue publicada una playlist con 60 canciones de la época de los 60 que inspiraron a Edgar Wright durante el rodaje de la cinta.
Más: ANYA TAYLOR-JOY - DOWNTOWN
Edgar Wright es conocido por sus bandas sonoras y sus profundos cortes musicales, y LAST NIGHT IN SOHO (El misterio de Soho) -que lleva el nombre de la canción de Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich- no es una excepción. Él y Wilson-Cairns escucharon la música que había reunido mientras escribían el guion, y elaboró una lista de reproducción para que los miembros del reparto la escucharan mientras leían el resultado. Pero también quería una partitura que pusiera banda sonora a las dos épocas de Last Night in Soho y uniera las historias de estas dos jóvenes tan diferentes. Para conseguirlo, Wright recurrió de nuevo a su compositor habitual, el ganador del Oscar Steven Price, que ha compuesto con éxito Baby Driver y The World's End.
“Soy bastante afortunado”, dice Price, “porque hemos estado trabajando juntos durante bastante tiempo y, por tanto, suelo oír hablar de las películas de Edgar cuando él está trabajando en el guion. Ciertamente, leí esto mucho antes de que se rodara. Así que empecé a escribir cosas antes de que empezara a rodar porque descubrí que a veces es útil hacerlo. Le envío todo lo que creo que puede ser útil y que puede desencadenar algo en él”. Price compuso música basada en el guion, que la producción podía reproducir de fondo durante las pruebas de vestuario o en el plató. Pero, sobre todo, permitió a Wright utilizar su música de forma interesante y, a veces, inesperada. “Edgar y Paul Machliss son brillantes con la música. A menudo me envían una escena con música utilizada de una manera que no habría imaginado, y eso me lleva a un camino totalmente diferente. Así que fue una forma muy interesante y diferente de trabajar para todos nosotros”.
Price terminó trabajando en la música desde antes del inicio del rodaje en 2019 hasta finales del verano de 2021, pasando por la música tan pronto como pudo para permitir a Wright construirla en el tejido de la película como él quería y trabajando para construir las elecciones de canciones de Wright en su trabajo. “En particular, durante Baby Driver, desarrollamos una técnica en la que las canciones no son puramente needle drops, sino una cosa interactiva en la que la partitura se entrelaza con ella. Lo hemos desarrollado en esta ocasión, de modo que la canción se convierte en otra cosa y luego la partitura toma el control”.
De hecho, Price ha ido más allá de entrelazar su partitura con las canciones, y ha añadido lo que parecen sonidos diegéticos a la música, a veces de forma furtiva. Mezcla cosas muy orgánicas, de los años 60 y utiliza un Mellotron y otros instrumentos de época, pero añade elementos de sintetizador al estilo de John Carpenter y también texturas de voz. Aunque entre sus influencias se encuentra la música de cine contemporánea de artistas como Ennio Morricone y John Barry, el sonido de una banda de sesión de los 60 con estos fragmentos de diálogo que hacen eco añaden un toque diferente y a veces subliminalmente siniestro a la partitura. Los sonidos del Soho de los 60 se mezclan con las escenas del Londres actual mientras Eloise es absorbida por el pasado.
“La idea es que la voz de Sandie se convierta en parte de la película, de modo que se oiga su canto de sirena de los años 60, y Anya se convierta en una parte intrínseca de la misma; todos estos bucles de diálogo, casi utilizados en esa forma de Revolution 9 en la que estás tocando la mesa de mezclas. Así que fue genial. Me gustó que la actriz principal fuera también la cantante principal de la banda sonora de la película; todo el conjunto estaba unido. Cuando empiezas a poner todas esas cosas en capas, se convierte en un sonido realmente extraño y escalofriante”, dijo Price. El hecho de que Taylor-Joy realizara una sesión vocal para la partitura no hizo más que profundizar en la capacidad de Price para reflejar la importancia de las cantantes femeninas en la época en la que se desarrolla la película.
Price hizo del propio Soho un personaje melódico, pero una técnica que él y Wright utilizaron es particularmente inusual. “A medida que se desarrolla la película, se siente como esta fusión gradual de las dos épocas. Así que utilizamos todas estas técnicas para mantenerlas separadas al principio. Una pequeña cosa sutil, pero que me encanta, es que los primeros 15 minutos de la película son casi en mono. Todo sale por el altavoz delantero. Sólo cuando Eloise llega a los años 60, de repente, todo se abre a su alrededor”. Para conseguir ese efecto, Price fue a Abbey Road y grabó la canción de Cilla Black You're My World, ampliando el arreglo para que la canción pasara de mono a envolvente y se volviera lo más teatral posible, “para que los años 60 estuvieran más vivos que los actuales, para que todo el mundo pareciera más colorido y más atractivo allí”. Es el equivalente auditivo del cambio a Technicolor en El Mago de Oz, porque Eloise también entra en un mundo diferente.
Price grabó canciones con Taylor-Joy para la banda sonora, auténticos arreglos de los 60 con la voz de Anya. “Hemos hecho una nueva versión de Downtown que estará en la banda sonora. Mi idea era imaginar que los sueños de Sandie se hicieran realidad y que pudiera hacer esas canciones en el Café de París. Así que hicimos el número adecuado, todo exacto a la época. Grabamos en la misma sala en la que se hicieron las grabaciones originales, y había una idea de hacer una versión más espeluznante de Downtown, así que nos inventamos esa versión sobre la marcha; sólo elegí un nuevo tempo”.
Todo ello está al servicio de la creación meticulosa de un paisaje sonoro musical que respalda el mundo -o quizás los mundos- bellamente creado por Edgar Wright y esta emocionante y escalofriante historia de seguir tus sueños dondequiera que te lleven, y las pesadillas que pueden resultar.
Más: ANYA TAYLOR-JOY - DOWNTOWN
EL MISTERIO DE SOHO: LOS SONIDOS DE LOS SESENTA
Edgar Wright es conocido por sus bandas sonoras y sus profundos cortes musicales, y LAST NIGHT IN SOHO (El misterio de Soho) -que lleva el nombre de la canción de Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich- no es una excepción. Él y Wilson-Cairns escucharon la música que había reunido mientras escribían el guion, y elaboró una lista de reproducción para que los miembros del reparto la escucharan mientras leían el resultado. Pero también quería una partitura que pusiera banda sonora a las dos épocas de Last Night in Soho y uniera las historias de estas dos jóvenes tan diferentes. Para conseguirlo, Wright recurrió de nuevo a su compositor habitual, el ganador del Oscar Steven Price, que ha compuesto con éxito Baby Driver y The World's End.
“Soy bastante afortunado”, dice Price, “porque hemos estado trabajando juntos durante bastante tiempo y, por tanto, suelo oír hablar de las películas de Edgar cuando él está trabajando en el guion. Ciertamente, leí esto mucho antes de que se rodara. Así que empecé a escribir cosas antes de que empezara a rodar porque descubrí que a veces es útil hacerlo. Le envío todo lo que creo que puede ser útil y que puede desencadenar algo en él”. Price compuso música basada en el guion, que la producción podía reproducir de fondo durante las pruebas de vestuario o en el plató. Pero, sobre todo, permitió a Wright utilizar su música de forma interesante y, a veces, inesperada. “Edgar y Paul Machliss son brillantes con la música. A menudo me envían una escena con música utilizada de una manera que no habría imaginado, y eso me lleva a un camino totalmente diferente. Así que fue una forma muy interesante y diferente de trabajar para todos nosotros”.
Price terminó trabajando en la música desde antes del inicio del rodaje en 2019 hasta finales del verano de 2021, pasando por la música tan pronto como pudo para permitir a Wright construirla en el tejido de la película como él quería y trabajando para construir las elecciones de canciones de Wright en su trabajo. “En particular, durante Baby Driver, desarrollamos una técnica en la que las canciones no son puramente needle drops, sino una cosa interactiva en la que la partitura se entrelaza con ella. Lo hemos desarrollado en esta ocasión, de modo que la canción se convierte en otra cosa y luego la partitura toma el control”.
De hecho, Price ha ido más allá de entrelazar su partitura con las canciones, y ha añadido lo que parecen sonidos diegéticos a la música, a veces de forma furtiva. Mezcla cosas muy orgánicas, de los años 60 y utiliza un Mellotron y otros instrumentos de época, pero añade elementos de sintetizador al estilo de John Carpenter y también texturas de voz. Aunque entre sus influencias se encuentra la música de cine contemporánea de artistas como Ennio Morricone y John Barry, el sonido de una banda de sesión de los 60 con estos fragmentos de diálogo que hacen eco añaden un toque diferente y a veces subliminalmente siniestro a la partitura. Los sonidos del Soho de los 60 se mezclan con las escenas del Londres actual mientras Eloise es absorbida por el pasado.
“La idea es que la voz de Sandie se convierta en parte de la película, de modo que se oiga su canto de sirena de los años 60, y Anya se convierta en una parte intrínseca de la misma; todos estos bucles de diálogo, casi utilizados en esa forma de Revolution 9 en la que estás tocando la mesa de mezclas. Así que fue genial. Me gustó que la actriz principal fuera también la cantante principal de la banda sonora de la película; todo el conjunto estaba unido. Cuando empiezas a poner todas esas cosas en capas, se convierte en un sonido realmente extraño y escalofriante”, dijo Price. El hecho de que Taylor-Joy realizara una sesión vocal para la partitura no hizo más que profundizar en la capacidad de Price para reflejar la importancia de las cantantes femeninas en la época en la que se desarrolla la película.
Price hizo del propio Soho un personaje melódico, pero una técnica que él y Wright utilizaron es particularmente inusual. “A medida que se desarrolla la película, se siente como esta fusión gradual de las dos épocas. Así que utilizamos todas estas técnicas para mantenerlas separadas al principio. Una pequeña cosa sutil, pero que me encanta, es que los primeros 15 minutos de la película son casi en mono. Todo sale por el altavoz delantero. Sólo cuando Eloise llega a los años 60, de repente, todo se abre a su alrededor”. Para conseguir ese efecto, Price fue a Abbey Road y grabó la canción de Cilla Black You're My World, ampliando el arreglo para que la canción pasara de mono a envolvente y se volviera lo más teatral posible, “para que los años 60 estuvieran más vivos que los actuales, para que todo el mundo pareciera más colorido y más atractivo allí”. Es el equivalente auditivo del cambio a Technicolor en El Mago de Oz, porque Eloise también entra en un mundo diferente.
Price grabó canciones con Taylor-Joy para la banda sonora, auténticos arreglos de los 60 con la voz de Anya. “Hemos hecho una nueva versión de Downtown que estará en la banda sonora. Mi idea era imaginar que los sueños de Sandie se hicieran realidad y que pudiera hacer esas canciones en el Café de París. Así que hicimos el número adecuado, todo exacto a la época. Grabamos en la misma sala en la que se hicieron las grabaciones originales, y había una idea de hacer una versión más espeluznante de Downtown, así que nos inventamos esa versión sobre la marcha; sólo elegí un nuevo tempo”.
Todo ello está al servicio de la creación meticulosa de un paisaje sonoro musical que respalda el mundo -o quizás los mundos- bellamente creado por Edgar Wright y esta emocionante y escalofriante historia de seguir tus sueños dondequiera que te lleven, y las pesadillas que pueden resultar.
EDGAR WRIGHT'S SOHO NIGHTS
-_-